Descargar El día que se perdió la cordura - Javier Castillo

  • Libro: El día que se perdió la cordura
  • Autor: Javier Castillo
  • Editorial: SUMA
  • Género: Literatura y ficción
  • Páginas: 456
  • Valoración: (4,8/5) - 440 Comentarios
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Sinopsis

El día que se perdió la cordura es una obra narrativa que se encuentra ambientada entre la ciudad estadounidense de Boston y la pequeña zona rural y turística de Salt Lake. Es allí, en pleno casco urbano del 24 de diciembre, donde es encontrado un hombre caminando en unas condiciones un tanto extrañas; con el cuerpo desnudo, repleto de sangre y llevando consigo la cabeza cercenada de una joven mujer.

Dicha novela conserva el ritmo frenético y enigmático característico de las narraciones de estilo negro-policiaco jugando con los espacios temporales con una particular maestría. De esta manera, Javier Castillo utiliza los continuos saltos temporales; entre los años 1996 y 2013 para plantear, no sin incógnitas, las respuestas que finalmente harán entender la totalidad de los misterios de la obra.

Tras la detención del presunto asesino, este queda internado en un centro donde se procederá a evaluar sus competencias mentales para poder desentrañar los interrogantes que el caso va generando. El profesional encargado del diagnóstico será el doctor Jenkins.

Por otro lado, el lector comienza a conocer a Stella Hyden, una agente de perfiles del FBI, que será seleccionada para liderar el macabro asesinato que ha dejado en total conmoción a la sociedad bostoniana.

Este presunto asesino no ayuda demasiado en los interrogatorios ya que se propone revelar lo acaecido aquel 24 de diciembre muy lentamente, casi con cuentagotas. En este proceso, las sorpresas no dejarán a nadie indiferente, hasta el punto de que la agente especial Hyden pone en juego su carrera en favor de sus sentimientos, es decir, se involucra demasiado en dicho transcurso.

Con un grado altísimo de originalidad en la construcción de la trama, Javier Castillo propone y consigue hablar en distintas voces, narradores, que van mutando y saltando entre ellos. Un buen ejemplo sería, el momento en el que Jacob pide salir a Amanda, contado desde diferentes perspectivas. Un suceso que, en primera instancia, puede parecer irrelevante, aunque a medida que se desarrolla la trama puede ir cargándose de mayor importancia. El suspense que inunda esta obra hará que sea imposible apreciar la importancia de los acontecimientos narrados hasta el mismo desenlace.

De esta manera, se disponen de manera caóticamente ordenada tres narradores que se expresan a su vez en tres tiempos verbales diferentes, dependiendo de la situación temporal de cada uno de ellos.

La trayectoria que guarda esta novela, en cuanto a la intensidad que en ella se va gestando, es cuanto menos alucinante. Llegando a conseguir, en muchos momentos, que el lector experimente la incertidumbre y el misterio de los sucesos que se van desentrañando vivamente.

Sirviéndose de sus recursos semánticos, Javier Castillo nos introduce en el mundo de los miedos, las relaciones y las incógnitas constantes que hace de este libro una adicción hasta sus últimas páginas. A pesar de la dificultad inherente de este estilo de narración, Castillo resuelve de una manera magistral los rompecabezas creados a lo largo del cuerpo del texto a penas sin dejar cabos sueltos en el imaginario del lector.